domingo, 13 de febrero de 2011

Niño Palestino.

El sol saluda a la humanidad, el sol nuevamente ha salido…. Este inmortal foco de fuego, nos trae esperanzas renovadas para encarar la vida y sus desafíos. Todos vemos el sol, todos sentimos su calor; pero en algunos lugares, la noche hico un eclipse con la felicidad.

Esos lugares abundan, son muchos en una tierra donde el hombre maltrata al hombre, para sentirse mejor.

Dentro de la noche de algunos hombres, de algunos pueblos…. Y de algunos niños, hay afortunados que a pesar de sufrir por lo menos tienen una tierra propia, tienen una cierta soberanía sobre su sufrimiento, un patriotismo terrenal que los mantiene movilizados.

Pero hay otros, que se les arrebato su derecho a ser, a existir, a tener un hogar libre de malditas guerras y malditas bombas…. Hay algunos que no pisan la tierra, sino que pareciera que la tierra los piso a ellos.

En medio oriente hay mezquitas, desiertos, petróleo y un pueblo muy humilde que intenta buscarse un lugar en el mapa para ser. En ese pueblo hay hombres buenos, hay hombres malos, hay mujeres, animales…. Y si, hay niños. Tan inocentes, tan niños…. Simples y alegres criaturas que no entienden de tratados limítrofes, de intereses monetarios o de “seguridad nacional contra el terrorismo”.

Lamentablemente los niños palestinos, no han podido esperar a la adolescencia para romper ese hermoso mundo de cristal e inocencia en el que todos vivimos, ese mundo de colores nuevos, de madre atenta y cariñosa, de amigos juguetones, de un padre trabajador y juguetón…. No. Para los niños palestinos no hay infancia, las estupideces de la gente grande, los caprichos de algunos señores de corbata, hicieron que la infancia se convierta en una utopía.

En la franja de Gaza, ya no hay madres atentas para los niños, ya no hay escuelas ni colores nuevos…. Los niños se acostumbran a ver un rojo triste y pálido, corriendo por las calles de su pueblo. No hay amigos juguetones, sino señores grandes, con armas que no son precisamente de juguetes, asentó extrajeron y prepotente…. Muy arrogante, y un traje militar muy coqueto… paseándose por el pueblo, apuntando y disparando. Estos señores se han ganado el miedo de los niños, que intentan no temer tano, cuando les dicen… “no te preocupes, vengo en misión de paz”.

Que ironía no, cuando somos niños la paz no tiene olor a azufre, o color a sangre, cuando somos niños la paz no viene acompañada de llantos doloroso, y cuerpos mutilados…. los niños palestinos se preguntan todos los días de que extraño lugar vendrán estos forasteros, los niños palestinos ya no entienden la palabra paz… solo entienden que hay extraño que la repiten.

Que triste condición las de estos niños, tan olvidados que ni el mapa les dio un lugar, tan quebrantados que hasta la infancia se les fue arrebatada…….

El sol sigue cubriendo las calurosas tierras de la franja de Gaza, y hoy… otro niño sigue esperando que su padre vuelva del trabajo, y lo sigue esperando, y lo sigue esperando. Cuando yo era niño, no me gustaba cuando mi padre no llegaba, pero siempre lo hacia… siempre lo vi y lo sentí llegar. Este niño, solo se ha quedado con su foto, inmortalizando algún recuerdo que su humilde mente haya guardado. ¿Su padre?, bien gracias, son algunos costos o “daños colaterales” (como le dicen los forasteros), que la paz, tiene que cobrar. Y mientras mas cobra esta palabra, mas significado pierde para los niños Palestinos.

El sol se tiene que ir en estas tierras, pero la luna no es la cura para estos niños…. En las noches estos infantes casi ni oyen los llantos de sus viudas madres, las bombas que caen destrozando más plazas y amiguitos de estos niños se hacen insoportables. Como lobos malignos, y de la peor cizaña, estos forasteros que hablan de paz y seguridad nacional, aprovechan la impunidad de la noche para seguir robando infancia. Creen que la noche tapara sus delitos, pero en alguna aldea, hay un niño que los vio, que los escucha…. Y aunque nunca reciba una nota de la CNN, ese niño se llevara la verdad de la “paz”, para toda la vida.

Otra semana pasa, el hambre aumenta porque desde luego la franja de Gaza esta bloqueada, para evitar “armar terroristas”…. Aunque los verdaderos terroristas sigan armados y prepotentes.

Pero hay una novedad, una buena noticia…. Hoy, en una casa del bario, la mama de una familia pudo sintonizar la radio, los niños corren a escuchar de que hablar en los lugares donde no lleven bombas, sino gotas de agua. Los niños se encuentran con que hay buenas noticias, un señor con un cargo alto, y con una gran profesionalidad, a dicho que “la paz y el orden se sigue manteniendo en la franja de Gaza, gracias a los esfuerzos de las tropas de Israel”.

La radio se apaga, las bombas se escuchan, la madre se oculta… y en algún lugar de la franja de Gaza, hay un niño atemorizado, mal alimentado y asustado, que se entero de la hipocresía humana y del despotismo. Pero no importa, porque para este niño, la violencia del orden y de la paz, lo mantienen alejado de la razón.

Solo espera (asustado y atemorizado), que algún viento, alguna lluvia…. Se los lleve, se lleve a los forasteros y traiga a su padre, que se vallan esos ruidos en las noches, y ese eco de bota en las mañanas, que se vallan, que se vallan y que no vuelvan nunca más. Porque hay un niño, que esta buscando su infancia.